La Ética de Aristóteles, la Belleza de Kant o el concepto de Verdad, todos ellos llevan a Dios. Y es eso lo que buscamos. La "transcendencia" Aquel mundo invisible. Aquel otro mundo que desconocemos. Pero también aquel otro mundo que es visible y perceptible a los cinco sentidos nos lleva a Dios. Nos lleva a entender la belleza, la verdad y el bien. ¡ Qué bellas son las huellas de Dios ! Qué bello es el mundo que nos ha dejado. Buscamos lo sublime, lo increíble, lo inmenso. Y no nos damos cuenta que la belleza como el amor es frecuente. No pasa un día que no estemos ni un sólo momento en el paraíso. Y Dios es el culpable de ello. Yo me siento sumamente feliz por ello. ¿Tú no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario